Ecos del Morelia-Linares II. ¡Aronian, campeón!

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Merecido primer lugar a Levon Aronian, el jugador más constante del torneo Linares-Morelia

No podía esperarse mejor cierre para los aficionados del Linares-Morelia. En la última ronda había cuatro jugadores con 7.5 puntos (Aronian, Leko, Topalov y Radjabov), en una situación que en otros deportes podría considerarse "final de foto finish".

La victoria para cualquiera de ellos les aseguraba, al menos, compartir el primer puesto y Aronian fue el único en lograr el punto completo ante un húngaro Leko, abatido por Topalov en el penúltimo juego y disminuido psicológicamente porque el tiempo le cobró de manera fatal el conformismo que mostró en momentos clave. Aronian es merecido ganador por diversos factores: Mantuvo un nivel constante y un juego balanceado. Nunca evadió al "intercambio de golpes" y supo ganar en la partida decisiva. Creció demasiado en un tiempo relativamente corto y ahora es uno de los serios aspirantes al título mundial en 2007.

Radjabov de 18 años, (en la imagen con el editor de Chess corner) tuvo un excelente desempeño que encontró su momento cumbre en la victoria ante Topalov en Morelia. Radja es el juvenil mejor adaptado en la actualidad para competir con los primeros en las listas de la FIDE.

Cuando inició la segunda parte del torneo en España, todos especulaban cuál sería la reacción de Topalov ante la mala racha que le acompañó en Morelia. El búlgaro mostró la bravura propia de un campeón al ganar 4 partidas y empatar 3 en Linares, aunque el joven español Paco Vallejo le aguó la fiesta al vencerlo en Morelia (quizá la mejor partida del torneo) y obtener tablas en la última ronda, en la cual Topalov no tenía otra opción más que ganar.

Topalov resurgió de las cenizas brillantemente, pero no le alcanzó el sprint final

Al húngaro Peter Leko, que se mantuvo al frente de la clasificación en casi todo el Linares-Morelia, le ocurrió algo desafortunado pero muy lógico. Tenía 3 triunfos y nueve empates y probablemente con dos empates más ganaba.

A pesar de su perfección técnica, el estilo de Leko es terriblemente aburrido e incluso carente de agudeza, claro, al nivel en que juega. Su máxima es no perder y con frecuencia eso no alcanza para ganar una competencia. La diferencia entre él y un campeón mundial, es su falta de ambición. Si hubiera un match entre computadoras y Leko fuera invitado, nadie se daría cuenta de que está jugando un humano a menos de que Leko firme las tablas en 20 jugadas. En la partida que jugó contra Paco Vallejo tenía una posición muy ventajosa y aceptó de manera insólita, la propuesta de empate del español.

Leko es siempre un protagonista, pero tendrá que dejar de cometer uno de los peores pecados ajedrecísticos que enunció el Dr. Tarrasch: "Su excesivo amor a la paz".

Uno de los jugadores que llama más la atención del público es el ucraniano Vassily Ivanchuk. Chuky se metió en situaciones infames de falta de tiempo en la mayoría de los juegos. En Morelia se le veía caminando entre las mesas de sus rivales como león enjaulado o se quedaba minutos y minutos observando al infinito, seguramente calculando variantes. Para algunos, parecía incomprensible que Ivanchuk utilizara tanto tiempo en jugadas normales y parecía que el público apenas se contenía para pedirle a gritos que tirara. Durante la partida que empató con Leko en Linares, tenía muy poco tiempo en el reloj para hacer muchas jugadas y llegó al control de la jugada cuarenta cuando faltaban ¡Sólo quince segundos para perder!

Después de su feroz batalla con Cronos, el experimentado Ivanchuk necesitará ajustar su estrategia, otras vacaciones en la playa y una buena dosis de "Nervo-Calm gotas" para apaciguar sus espantosos sobresaltos

Del resto de los participantes, el ruso Svidler tuvo una estrepitosa caída después de iniciar de líder. Con negras usó mucho una variante muy conocida de la Defensa Grünfeld, que a mi parecer, si el blanco la replica correctamente, puede pasar al medio juego y al final con solvencia y aún con una buena ventaja de posición y espacio.

Los jóvenes Etienne Bacrot y Paco Vallejo tuvieron una actuación discreta, más o menos acorde a lo esperado. Bacrot pudo rescatar algunas tablas usando adecuadamente la defensa Petrov y Vallejo hizo su torneo al vencer a Topalov.

Lo rescatable de esta experiencia para el ajedrez mexicano es que los aficionados pudimos ver el timing que los jugadores de élite utilizan jugada a jugada. Es decir, nunca se precipitan y las partidas generalmente se deciden por pequeñísimos errores o detalles muy sutiles. Ojalá la próxima edición tenga una mejor organización para alcanzar al mayor público posible.

Finalmente, agradecemos la visita y comentarios del MI Raúl Ocampo, quien ofreció participar generosamente en este modesto proyecto de revista electrónica.