Ecos del Morelia Linares I. ¿Qué pasó con Topalov?

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La primera parte del torneo Linares, que tuvo efecto este año en Morelia, se salió completamente del guión. Era difícil imaginar que Vesselin Topalov, quien arrolló en el campeonato del mundo en San Luis, Argentina, tendría tal cantidad de problemas en la capital michoacana en su segundo torneo después de ceñirse la corona. En un panorama general "Morelia-Linares" parece ser el anticipo de lo que le espera al ajedrez de élite en un futuro cercano: El aura de campeón mundial será mucho más volátil en los próximos años, debido al gran empuje de una nueva generación "hipermoderna" entrenada con ordenadores y encabezada por estrellas como Radjabov, Ponomariov, Carlssen, Kariakin, entre otros.

Claramente se demostró en este Wimbledon del ajedrez que será extremadamente difícil que vuelvan las épocas en las que un sólo jugador brillaba sobre los demás. Con excepción de la histórica rivalidad con Karpov, Kasparov no tenía a nadie que le hiciera sombra y así se sostuvo por 20 años.

Topalov es un jugador modelo en todos sentidos. Tiene un estilo muy depurado, agresivo y el más propositivo de todos. Lamentablemente, al igual que Anand, tendrá el handicap del tiempo en su contra. Y es que para llegar a primer nivel, hay que ser cada vez más joven. Tan sólo con 31 años, el campeón búlgaro es ya uno de los jugadores "semi-veteranos" del circuito ajedrecístico.

Aronian-Topalov, en el análisis de la partida más larga en la historia del torneo Linares

De acuerdo a las listas de la Federación Internacional de Ajedrez, hoy, más de 30 por ciento de los mejores 100 jugadores, tiene menos de 25 años. Los excelentes resultados de los juveniles ante consagrados como Topalov, no son casualidad ni mucho menos. El armenio Aronian (23 años), quien no es tan conocido en Occidente, es el quinto jugador más fuerte del mundo y recientemente ganó el torneo clasificatorio para el próximo ciclo del Campeonato mundial.

Topalov, en espera de Teimour Radjabov de 18 años

Para muchos fue sorpresa la derrota de Topalov ante Radjabov. Sin embargo, el joven azerí consiguió el título de Gran Maestro a los 14 años y ya había vencido a Kasparov en la edición 2003 de Linares. Al igual que Aronian, Bacrot y Vallejo, Radjabov ha sido campeón mundial de categorías infantiles, obtuvo el máximo título entre los 14 y 16 años y juega constantemente en los torneos más duros de Europa.

Además, Topalov enfrentó a Svidler (quizá el mejor jugador ruso en activo, hasta que Kramnik diga lo contrario); Leko (que estuvo a punto de arrebatarle el título de ajedrez clásico al propio Kramnik) y el ucraniano Ivanchuk, ubicado desde el final de la década de los ochenta como uno de los serios contendientes al título mundial.

¿Qué ocurrió en el tablero?

Conciente de que enfrentaba a Svidler en la primera ronda, Topalov jugó con negras una defensa berlinesa, siempre interesante porque cambia las damas al inicio y conserva la pareja de alfiles, en espera de vencer al blanco en el final. A su vez, el blanco tiene una prolongada iniciativa, ventaja de espacio y una presencia importante en el centro. La berlinesa es una defensa muy usada para obtener tablas, aunque esta vez no le resultó al campeón mundial.

En el segundo enfrentamiento, Etienne Bacrot le planteó con negras a Topalov una defensa Petrov, cuyo resultado frecuente a este nivel es tablas. A pesar de su iniciativa, el búlgaro no la pudo concretar en una buena ventaja.

Posteriormente, se vivió una de las partidas más dramáticas de la historia de Linares, en un duelo en que tanto Topalov como Aronian pudieron haber ganado, según los especialistas. Al final, Topalov quedó claramente inferior y con una soberbia técnica, salvó el medio punto en una posición que parecía desesperada.

La segunda derrota de Topalov ante Radjabov vino - a mi modesto juicio- de una errónea valoración de ataque. Arriesgó de más porque quería alcanzar a Svidler y Leko y Radjabov simplemente se defendió correctamente, repelió la iniciativa del búlgaro, activó un caballo medio dormido que tenía en el flanco de dama y quedó en una posición completamente ganadora.

En la única victoria que obtuvo, aprovechó bien los graves problemas de tiempo en los que incurrió Ivanchuk constantemente en Morelia. Luego, se engarzó en una de las posiciones de más lucha en el gambito de dama con Paco Vallejo y quedó muy inferior muchas jugadas antes de rendirse. Finalmente, mantuvo una tensa batalla con Leko que terminó en empate por repetición de jugadas.

Todo lo bien que le salió a Topalov en San Luis le salió mal en Morelia. Lo cierto es que el campeón tiene decenas de "cazadores de cabezas" persiguiéndole y su estilo seguramente es mucho más estudiado y conocido ahora. Ojalá haya campeón para rato, porque siempre es de agradecer un juego combativo. Sin embargo, el reto más difícil para él será mantenerse en el nicho de campeón mundial. Y vaya que le costará trabajo.